Los cinco minutos del Espíritu Santo
Uno de los símbolos del Espíritu Santo es la unción con aceite. En el Antiguo Testamento los reyes eran ungidos, para que supieran gobernar y para que tuvieran la fuerza necesaria para poder cumplir con su misión. Se creía que, junto con el aceite que se derramaba, descendía el Espíritu divino (1 Samuel 9; Sal 2,6). También los sacerdotes eran ungidos en su consagración (Éxodo 28,41; 29,7), y a veces los profetas (1 Reyes 19,15-16). Jesús mismo, cuando inicia su misión pública, aplica a esa misión el anuncio de Isaías: " El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para llevar la buena noticia a los pobres " (Lucas 4,18). Esta unción no significa sólo que somos elegidos, sino que somos capacitados para cumplir la misión que Dios nos da en esta vida. Por eso, también en el Bautismo y en la Confirmación nosotros somos ungidos. Esta unción con aceite es un símbolo de esa consagración que nos capacita, porque en la antigüedad se utilizaba el aceite para frotar a lo