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Mostrando entradas de junio 3, 2018

Fiesta del Inmaculado Corazón de María

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La fiesta del Inmaculado Corazón de María sigue a la del Sagrado Corazón de Jesús. El corazón expresa y es símbolo de la intimidad de la persona. La primera vez que se menciona en el Evangelio el Corazón de María es para expresar toda la riqueza de esa vida interior de la Virgen: “María conservaba estas cosas en su corazón” El corazón de María conservaba como un tesoro el anuncio del Ángel sobre su Maternidad divina; guardó para siempre todas las cosas que tuvieron lugar en la noche de Belén, o la adoración de los pastores ante el pesebre, y la presencia, un poco más tarde, de los Magos con sus dones,... y la profecía del anciano Simeón, y las preocupaciones del viaje a Egipto. Más tarde, el corazón de María sufrió por la pérdida de Jesús en Jerusalén a los doce años de edad, según lo relata San Lucas en el evangelio de hoy. Pero María conservaba todas estas cosas en el corazón.... Jamás olvidaría los acontecimientos que rodearon a la muerte de su Hijo en la Cruz, ni las palabras que

Lectura del libro de Isaías 61, 9-11

Su descendencia será conocida entre las naciones, y sus vástagos, en medio de los pueblos: todos los que los vean, reconocerán que son la estirpe bendecida por el Señor. Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque Él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas. Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. Palabra de Dios. La Iglesia celebra hoy la fiesta del Inmaculado Corazón  y aplica estos textos de Isaías como para descubrirnos los sentimientos que inundaban el corazón de la Virgen. Sentimientos  de alegría y gratitud en el Señor, por todo lo que El había hecho, sentimientos que Maria expresara en el Magnificat y que probablemente se apoyaron en estas profecías que mu

SALMO RESPONSORIAL 1 Sam 2, 1. 4-8

R.       ¡Mi corazón se regocija en el Señor! Mi corazón se regocija en el Señor, tengo la frente erguida gracias a mi Dios. Mi boca se ríe de mis enemigos, porque tu salvación me ha llenado de alegría.   R. El arco de los valientes se ha quebrado, y los vacilantes se ciñen de vigor; los satisfechos se contratan por un pedazo de pan, y los hambrientos dejan de fatigarse; la mujer estéril da a luz siete veces, y la madre de muchos hijos se marchita.   R. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el Abismo y levanta de él. El Señor da la pobreza y la riqueza, humilla y también enaltece.   R. Él levanta del polvo al desvalido y alza al pobre de la miseria, para hacerlos sentar con los príncipes y darles en herencia un trono de gloria.   R.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 2, 41-51

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Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre, y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos. Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de Él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que Yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?» Ellos no entendieron lo que les decía. Él regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto

Consagración al Corazón de Jesús

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Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús

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TODO EL AMOR DE DIOS, EN UN CORAZÓN 1.- Celebramos, en el viernes siguiente a la festividad del Corpus Christi, una de las fiestas más populares de nuestro calendario cristiano: EL CORAZÓN DE JESUS. En El, y por eso lo honramos y lo queremos, percibimos visible e invisiblemente, el amor inmenso que Dios nos tiene. Mirar al corazón de Cristo es contemplar todo el plan que Dios tenía trazado desde antiguo. 2.- Acercarnos al Corazón de Jesús, es beber a manos llenas, del torrente de la vida y de la alegría, del amor y de la paz que, a través de su corazón, desciende en riadas desde el cielo hasta la tierra. Existe un conocido refrán que dice lo siguiente: “allá donde está tu corazón, está tu tesoro”. Observemos detenidamente el Corazón de Jesús; ¿dónde lo tiene puesto? ¿Hacia dónde lo tiene inclinado? ¿Qué nos señala? El Corazón de Jesús, y esa es su esencia, está puesto en Dios. Sólo se mueve por El, desde El y para El. Forman una unidad. El Corazón de Jesús, est

Lectura de la profecía de Oseas 11, 1. 3-4. 8c-9

Así habla el Señor: Cuando Israel era niño, Yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. ¡Y Yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que Yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer. Mi corazón se subleva contra mI y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque Yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor. Palabra de Dios. El amor de Dios que se nos manifiesta en el corazón de Cristo se nos revela aquí con razagos paternales de entrañable hermosura, que ni en el mismo evangelio se manifiesta con acentos tan concretos.. La experiencia de paternidad del profeta le permite mostrarnos imágenes inolvidables de Dios. La ternura y el amor de Dios manifestados en su cora

SALMO RESPONSORIAL Is 12, 2-3. 4b-6

R.      Sacarán agua con alegría         de las fuentes de la salvación. Éste es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; Él fue mi salvación.   R. Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre.   R. Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel!   R.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso 3, 8-12. 14-19

Hermanos: Yo, el menor de todos los santos, he recibido la gracia de anunciar a los paganos la insondable riqueza de Cristo, y manifestar a todos la dispensación del misterio que estaba oculto desde siempre en Dios, el creador de todas las cosas, para que los Principados y las Potestades celestiales conozcan la infinita variedad de la sabiduría de Dios por medio de la Iglesia. Éste es el designio que Dios concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien nos atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza, mediante la fe en Él. Por eso doblo mis rodillas delante del Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra. Que Él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, conforme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior. Que Cristo habite en sus corazones por la fe, y sean arraigados y edificados en el amor. Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y l

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 19, 31-37

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Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: «No le quebrarán ninguno de sus huesos». Y otro pasaje de la Escritura, dice: «Verán al que ellos mismos traspasaron». Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida?  El corazón representa la sede de los sentimientos. Hoy q

Lecturas del día

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 2, 8-15 Querido hijo: Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es descendiente de David. Ésta es la Buena Noticia que yo predico, por la cual sufro y estoy encadenado como un malhechor. Pero la Palabra de Dios no está encadenada. Por eso soporto estas pruebas por amor a los elegidos, a fin de que ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna. Esta doctrina es digna de fe: Si hemos muerto con Él, viviremos con Él. Si somos constantes, reinaremos con Él. Si renegamos de Él, Él también renegará de nosotros. Si somos infieles, El es fiel, porque no puede renegar de sí mismo. No dejes de enseñar estas cosas, ni de exhortar delante de Dios a que se eviten las discusiones inútiles, que sólo sirven para perdición de quienes las escuchan. Esfuérzate en ser digno de la aprobación de Dios, presentándote ante Él como un obrero que no tiene de qu

SALMO RESPONSORIAL 24, 4-5b. 8-10. 14

R.      ¡Muéstrame, Señor, tus caminos! Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque Tú eres mi Dios y mi Salvador.  R. El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; Él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.   R. Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza.   R.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 12, 28-34

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Un escriba que oyó discutir a Jesús con los saduceos, al ver que les había respondido bien. se acercó y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los mandamientos?» Jesús respondió: «El primero es: "Escucha. Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios. con todo tu corazón y con toda tu alma. con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas". El segundo es: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay otro mandamiento más grande que éstos». El escriba le dijo: «Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que Él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios». Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: «Tú no estás lejos del Reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor

¡No todo está perdido!

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Aunque, a simple vista te parezca un fracaso, sigue apostando por lo que haces. Siembra amistad aunque recojas rechazo. Sonríe a los que te rodean, aunque se queden perplejos de tu felicidad. ¡No todo está perdido! Defiende aquellos valores que sin ser aplaudidos, son cimientos de una nueva sociedad. Cristo, no lo olvides, necesita gente como tú: gente que no esté muerta en vida. Personas que, por defender el cielo, no les importe ser perseguidas en la tierra. Corazones que, por amar sin engaño, sean traspasados por la ingratitud o el desprecio. Manos que, por dar sin esperar, permanezcan abiertas hacia lo divino. ¡No todo está perdido! El Señor, aquí o allá, siempre estará a nuestro lado. Saldrá en las horas amargas a nuestro encuentro. Nos dará vida cuando, aparentemente, estemos desgastados. Consuelo cuando, en nuestros afanes, nos agarre el desconcierto. Esperanza cuando, al sembrar, veamos que no hay fruto alguno. Ilusión cuan

San Norberto

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Norberto nació en Xanten (Alemania) de la noble familia, de los Gennep, hacia el 1080. Como era costumbre para todo segundo hijo de la nobleza, a Norberto le correspondía seguir la carrera militar o eclesiástica. Prefirió el segundo camino, no por vocación, sino por simple oportunidad. En efecto, siendo diácono pudo gozar de los muchos privilegios al lado del gran elector de Colonia y del emperador Enrique V, que lo propuso para una importante sede episcopal. Pero Dios tenía otros planes. Durante un paseo a caballo por el bosque, lo sorprendió un violento huracán que lo derribó del caballo y, como Saulo en el camino de Damasco, dijo: “Señor, ¿qué quieres que haga?”. La respuesta que cambió radicalmente su vida poco edificante fue: “Abandona el camino del mal y haz el bien”. Ese episodio fue el comienzo de su conversión. Abandonó los lugares mundanos y se puso a la escuela del abad benedictino de Siegburg y de los canónigos de Klosterrath; después siguió el ejemplo del ermitaño Liu

Lecturas del día

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo  a Timoteo  1, 1-3. 6-12 Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos. Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad. No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. Él nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por

SALMO RESPONSORIAL 122, 1-2

R.      ¡Levanto mis ojos hacia ti, Señor! Levanto mis ojos hacia ti, que habitas en el cielo. Como los ojos de los servidores están fijos en las manos de su señor.  R. Como los ojos de la servidora están en las manos de su dueña: así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros.   R.