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Mostrando entradas de julio 15, 2018

Lecturas del día

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Lectura de la profecía de Miqueas 2, 1-5 ¡Ay de los que proyectan iniquidades y traman el mal durante la noche! Al despuntar el día, lo realizan, porque tienen el poder en su mano. Codician campos y los arrebatan, casas, y se apoderan de ellas; oprimen al dueño y a su casa, al propietario y a su herencia. Por eso, así habla el Señor: Yo proyecto contra esta gente una desgracia tal que ustedes no podrán apartar el cuello, ni andar con la cabeza erguida, porque será un tiempo de desgracia. Aquel día, se proferirá contra ustedes una sátira y se entonará esta lamentación: «Hemos sido completamente devastados; ¡lo que le corresponde a mi pueblo se lo entregan a otros! ¿Cómo me lo quitan a mí, y distribuyen nuestros campos entre los que nos llevan cautivos?» Por eso, no tendrás a nadie que arroje la cuerda para medirte un lote, en la asamblea del Señor. Palabra de Dios. Miqueas se enfrenta con los poderosos de su época y de

Lecturas del día

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Lectura del libro de Isaías 38, 1-6. 22. 7-8. 21 El rey Ezequías cayó gravemente enfermo. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue a verlo y le dijo: «Así habla el Señor: Ordena los asuntos de tu casa, porque vas a morir. Ya no vivirás más». Ezequías volvió su rostro hacia al pared y oró al Señor, diciendo: «¡Ah, Señor! Recuerda que yo he caminado delante de ti con fidelidad e integridad de corazón, y que hice lo que es bueno a tus ojos». Y Ezequías se deshizo en llanto. Entonces la palabra del Señor llegó a Isaías en estos términos: «Ve a decir a Ezequías: Así habla el Señor, el Dios de tu padre David: He oído tu súplica, he visto tus lágrimas. Yo añadiré otros quince años a tu vida; te libraré, a ti y a esta ciudad, de manos del rey de Asiria, y defenderé a esta ciudad». Ezequías respondió: «¿Cuál es la señal de que podré subir a la Casa del Señor?» «Ésta es la señal que te da el Señor para confirmar la palabra que ha pronunciado: En el reloj de sol de Ajaz, Yo haré retr

Lecturas del día

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Lectura del libro de Isaías 26, 7-9. 12. 16-19 La senda del justo es recta, Tú allanas el sendero del justo. Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma. Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia. Señor, Tú nos aseguras la paz, porque eres Tú el que realiza por nosotros todo lo que nosotros hacemos. En medio de la angustia, Señor, acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo. Como la mujer embarazada, que está por dar a luz, se retuerce y da gritos de dolor, así éramos nosotros delante de ti, Señor. Hemos concebido, nos hemos retorcido, y no dimos a luz más que viento. ¡No hemos traído la salvación a la tierra, no le nacieron habitantes al mundo! Pero tus muertos revivirán, se levantarán sus cadáveres. ¡De

¿Un católico en Internet? 7 consejos fundamentales para poner en práctica

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La presencia cristiana católica en  Internet  es fundamental hoy en día. Si hace unos año la TV o la radio eran los medios masivos de comunicación, hoy es evidente que todo se ha unido formando un solo medio de comunicación:  el Internet. El Papa Benedicto XVI, hablando sobre las comunicaciones sociales en 2009, exhortaba a los jóvenes con estas palabras: «Amigos, sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este  nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida». No hablamos ya de un instrumento de evangelización, hablamos de un ambiente, un lugar común en el que todos nos encontramos. Es importante tener en cuenta estos  7 consejos  que les voy a dar, quizá les ayuden a vivir mejor su experiencia personal en las resdes y a llevar el mensaje de Jesús a muchos de sus amigos. Cuando un católico está en Internet, es importante… 1. Dar testimonio de nuestra fe La clave en este punto es siempre construir: una Iglesia que construye es

Lecturas del día

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Lectura del libro de Isaías 10, 5-7. 13-16 Así habla el Señor: «¡Ay de Asiria! Él es el bastón de mi ira y la vara de mi furor está en su mano. Yo lo envío contra una nación impía, lo mando contra un pueblo que provocó mi furor, para saquear los despojos y arrebatar el botín, y pisotearlo como al barro de las calles. Pero él no lo entiende así, no es eso lo que se propone: él no piensa más que en destruir y en barrer una nación tras otra». Porque el rey de Asiria ha dicho: «Yo he obrado con la fuerza de mi mano, y con mi sabiduría, porque soy inteligente. He desplazado las fronteras de los pueblos y he saqueado sus reservas: como un héroe, he derribado a los que se sientan en tronos. Mi mano tomó como un nido las riquezas de los pueblos; como se juntan huevos abandonados, así he depredado toda la tierra, y no hubo nadie que batiera las alas o abriera el pico para piar». ¿Se gloría el hacha contra el leñador? ¿Se envanece la s