Liturgia - Lecturas del día

Lectura de la profecía de Miqueas 7, 14-15. 18-20 Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos! Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. ¿Qué dios es como Tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? Él no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad. Él volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados. Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como lo juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos. Palabra de Dios. El profeta suplica a Dios que no abandone a su pueblo, que sea ese Buen Pastor que guíe y proteja a las ovejas porque las quiere y es fiel a su Promesa. Israel vive momentos difíciles...