Entradas

Mostrando entradas de agosto 23, 2020

Martirio de San Juan Bautista

Imagen
    El 30 de agosto de 2012, Benedicto XVI dijo en la audiencia general: "La Iglesia celebra hoy la memoria del Martirio de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, que testimonia con su sangre su fidelidad a los mandamientos de Dios. Su vida nos enseña que cuando la existencia se fundamenta sobre la oración, sobre una constante y sólida relación con Dios, se adquiere la valentía de permitir que Cristo oriente nuestros pensamientos y nuestras acciones", y agregó: "celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a no-sotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a negociar con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay componendas".

Liturgia - Lecturas del día

Imagen
    Lectura del libro del profeta Jeremías 1, 17-19   La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que Yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide Yo delante de ellos. Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque Yo estoy contigo para librarte.   Palabra de Dios. El joven Jeremías -cuando fue llamado por Dios tendría menos de veinte años- recibe una misión difícil, que necesitará toda la fuerza de Dios. Era en los años trágicos en que se estaba fraguando el destierro definitivo, por culpa de las opciones equivocadas de los dirigentes del reino de Judá. Dios le puso "frente a todo el país, frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país". Con la misión, recibe también

Liturgia - Lecturas del día

Imagen
  Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 1, 17-25   Hermanos: Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la cruz de Cristo no pierda su eficacia. El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan -para nosotros- es fuerza de Dios. Porque está escrito: "Destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré la ciencia de los inteligentes". ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el hombre culto? ¿Dónde el razonador sutil de este mundo? ¿Acaso Dios no ha demostrado que la sabiduría del mundo es una necedad? En efecto, ya que el mundo, con su sabiduría, no reconoció a Dios en las obras que manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la predicación. Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura