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Mostrando entradas de diciembre 11, 2022

¡Ven a nuestra casa, Señor!

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  Ven a nuestra casa, Señor. Está oscura y necesita de tu luz Se encuentra indecorosa, y necesitada de tu gracia La hemos resquebrajado, y necesita de tu mano Es incómoda, y necesita de tu presencia   Ven a nuestra casa, Señor. Está vacía, necesita tu aliento Está débil, requiere tu fuerza Está cerrada, solicita la llave de tu amor Está sin cimientos, necesita la roca de tu Palabra                                                                                                                    Ven a nuestra casa, Señor. No tardes en llegar, no sea que se arruine No tardes en llegar, no sea que la estropeemos para siempre No tardes en llegar, no sea que perezcamos dentro de ella No tardes en llegar, no sea que caigamos en la desesperanza   Ven a nuestra casa, Señor. Y, si encuentras el portón cerrado, no dudes en llamar Y, si hallas sus ventanas cerradas, míranos a través de sus cristales Y, ves que la chimenea no humea, calienta Tú nuestro hogar Y, si escuchas demasiado ruido, pon cal

Lecturas de hoy / III Semana de Adviento

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  Lectura del libro del Génesis 49, 1-2. 8-10   Jacob llamó a sus hijos y les habló en estos términos: Reúnanse, para que yo les anuncie lo que les va a suceder en el futuro: Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre. A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, tomarás a tus enemigos por la nuca y los hijos de tu padre se postrarán ante ti. Judá es un cachorro de león. -¡Has vuelto de la matanza, hijo mío!- . Se recuesta, se tiende como un león, como una leona: ¿quién lo hará levantar? ¡El cetro no se apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue Aquél a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia.   Palabra de Dios. Esta profecía, es misteriosa, exalta la superioridad de Judá sobre sus hermanos por su fuerza real, similar a la de un león. Y por el «cetro» y el «bastón de mando» que ejercitará sobre las tribus de Israel y sobre todos sus enemigos. El fragmento alude a la monarquía davídica, en la que reside el cetro del Ungido