Entradas

Mostrando entradas de marzo 27, 2022

Que no te pierda, Señor

Imagen
  Sales a mi encuentro, tiempo de gracia y de cuaresma, para hacerme comprender que, mi vida sin Dios, es paja que lleva el viento. Venís a mi encuentro, días de gracia y de perdón, para hacerme sentir que, no estoy solo, que Dios me acompaña en mi caminar, que, cuando vuelvo los ojos hacia Él, no hay reproche alguno sino indulgencia plena.   ¡Que no te pierda, Señor! Que no desperdicie tantos dones que me traes. Que, si hay para mí, también los pretenda para los demás. Que, donde estén presentes mis gestos y mis detalles, mi servicio y mi delicadeza, que, entonces Señor, sienta que no te estoy perdiendo.   ¡Que no te pierda, Señor! Porque son muchos los lodos que intentan engullirte. Porque, a veces, la ceniza deja más rastro en nosotros que la misma luminosidad de la Santa Pascua. Porque, a veces Señor, decimos tenerte y no te conocemos. Decimos quererte, y nos resistimos acompañarte con tu cruz. Decimos ser de los tuyos, y volvemos la cara.   ¡Que no te pierda, Señor! Para que, cuan

Los cinco minutos del Espíritu Santo

Imagen
  Me pregunto si de verdad estoy permitiendo que el Espíritu Santo me lleve por un camino de santificación, si realmente he aceptado que la santidad también es para mí, y si he podido descubrir el tipo de santo que el Espíritu Santo quiere hacer de mí. Porque él no destruye mi personalidad, sólo quiere perfeccionarla y liberarla de sus oscuridades. No quiere que yo sea como San Francisco si eso no es lo que me va a hacer feliz. Él ama mi felicidad, y me dará la santidad que me permita ser plenamente feliz, liberado de mis tristezas, miedos, amarguras e insatisfacciones. Pero para eso necesita llegar al fondo, al corazón, y lograr que mis intenciones más profundas sean claras, generosas, sanas y liberadoras. Por eso, me hago íntimamente las siguientes preguntas, pidiendo la luz del Espíritu: ¿Para qué me levanté esta mañana: para sobrevivir, para cumplir, para alcanzar placeres, para obtener éxito o fama, para ser bien visto, para demostrar quién soy, o para la gloria de Dios y la felic

Lecturas del día / cuarta semana de cuaresma

Imagen
  Lectura del libro de Jeremías   11, 18-20   Señor, Tú me has hecho ver las intrigas de este pueblo. Y yo era como un manso cordero, llevado al matadero, sin saber que ellos urdían contra mí sus maquinaciones: «¡Destruyamos el árbol mientras tiene savia, arranquémoslo de la tierra de los vivientes, y que nadie se acuerde más de su nombre!» Señor de los ejércitos, que juzgas con justicia, que sondeas las entrañas y los corazones, que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he confiado mi causa!   Palabra de Dios.   Jeremías descubre la conjura que sus paisanos han urdido contra él para quitarle de en medio. Víctima inocente, pensando en el peligro que acaba de pasar, se compara con un cordero manso llevado al matadero. Esta imagen, se utilizará para describir al Mesías Sufriente que expía en silencio el pecado del mundo. Atormentado en el corazón y la mente, el profeta sufre, y se atreve -él, tan humilde- a elevar una oración de venganza: es la ley del talión. Jeremías vive su pas

Lecturas de hoy / Cuarta Semana de Cuaresma

Imagen
  Lectura del libro de la Sabiduría   2, 1a. 12-22   Los impíos dicen entre sí, razonando equivocadamente: «Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Él se gloría de poseer el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor. Es un vivo reproche contra nuestra manera de pensar y su sola presencia nos resulta insoportable, porque lleva una vida distinta de los demás y va por caminos muy diferentes. Nos considera como algo viciado y se aparta de nuestros caminos como de las inmundicias. Él proclama dichosa la suerte final de los justos y se jacta de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, Él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Cond