Si no somos capaces de escuchar a los demás, no vamos a escuchar a Dios
Tenemos que comenzar a ejercitarnos en el plano humano para llegar a escuchar a Dios. ¿Cómo podemos escuchar a Dios? Inquietante planteamiento para el que anhelamos una respuesta. Se convierte en una de las principales preguntas en la vida cristiana. Uno siente la necesidad de sentir la voz de Dios, de estar convencidos de que se trata de la voz de Dios que nos habla al corazón y no de nuestras imprecisiones, nuestro fanatismo y subjetividad. Cuando uno pide consejo se suele preguntar de buena fe y de manera sincera cómo escuchar la voz de Dios porque quisiera uno conocerlo más; constatamos en nuestro interior el deseo de Dios y queremos abarcarlo todo, además porque llega el momento de tomar decisiones importantes, estar convencidos que este camino que hemos elegido es el correcto y por lo tanto queremos asegurarnos que no son nuestras propias voces sino la voz de Dios la que habla al corazón. La respuesta a esta pregunta sincera que planteamos puede ser muy amplia, de acuerdo a...