Los Cinco Minutos del Espíritu Santo

Me hago unas preguntas para saber si estoy dejando actuar al Espíritu Santo: ¿Acepto el llamado del Espíritu para construir el Reino de Dios a mi alrededor, ofrezco mis manos y mi creatividad para mejorar algo, para sembrar cambios positivos, para hacer nacer la justicia, la solidaridad, la fraternidad? Con mi entusiasmo frente a los desafíos, mi alegría y mis ganas de luchar, ¿despierto la esperanza a mi alrededor?, ¿o sólo fomento la queja amarga, el desánimo, la tristeza? ¿Estoy abierto al futuro, a lo nuevo, viviendo cada día con la juventud del alma, confiando plenamente en el impulso del Espíritu?. ¿O vivo de recuerdos y pretendiendo controlarlo todo, con el corazón avejentado? ¿Vale la pena vivir sin el maravilloso impulso del Espíritu? Me detengo un momento a invocarlo.