LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA

María Santísima conoció a Dios por la oración y la fidelidad a la Palabra, que meditaba cada día, inspirada por las luces del Espíritu Santo. Ese es también el camino que debemos seguir nosotros para llegar al conocimiento de Dios; la frecuente lectura y la profunda reflexión de la Palabra. Pero, junto con ello, debemos solicitar la luz del Espíritu Santo por medio de una asidua y ferviente oración. Tengamos en cuenta que, si bien es bueno y necesario estudiar las cosas de Dios, a Dios, más que por los libros, se le conoce por la oración. MARÍA, QUE RECIBISTE EN PLENITUD LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO, AYÚDANOS A DESARROLLAR ESOS DONES QUE RECIBIMOS EN NUESTRO BAUTISMO Y NUESTRA CONFIRMACIÓN Padre Nuestro. . . Ave María. . . Gloria. . . (Padre Alfonso Milagro)