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Mostrando entradas de febrero 11, 2018

Los siete santos fundadores

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Pertenecían a una asociación de devotos de la Virgen María, que había en Florencia, y poco a poco fueron convenciéndose de que debían abandonar lo mundano y dedicarse a la vida de santidad. Vendieron sus bienes, repartieron el dinero a los pobres y se fueron al Monte Senario a rezar y a hacer penitencia. La idea de irse a la montaña a santificarse, les llegó el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Sma. Virgen, y la pusieron en práctica el 8 de septiembre, día del nacimiento de Nuestra Señora. Ellos se habían propuesto propagar la devoción a la Madre de Dios y confiarle a Ella todos sus planes y sus angustias. A tan buena Madre le encomendaron que les ayudara a convertirse de sus miserias espirituales y que bendijera misericordiosamente sus buenos propósitos. Y dispusieron llamarse "Siervos de María" o "Servitas". En el monte Senario se dedicaban a hacer muchas penitencias y mucha oración, pero un día recibieron la visita del Sr. Cardenal delegado del Sumo Po

Lectura del libro de Isaías 58, 9b-14

SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA Así habla el Señor: Este es el ayuno que Yo amo: Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente de agua, cuyas aguas nunca se agotan. Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás los cimientos seculares, y te llamarán "Reparador de brechas", "Restaurador de moradas en ruinas". Si dejas de pisotear el sábado, de hacer tus negocios en mi día santo; si llamas al sábado "Delicioso" y al día santo del Señor "Honorable"; si lo honras absteniéndote de traficar, de entregarte a tus negocios y de hablar ociosamente, entonces te deleitarás en e

SALMO RESPONSORIAL 85, 1-6

R.      ¡Enséñame tu camino, Señor! Inclina tu oído, Señor, respóndeme, porque soy pobre y miserable; protégeme, porque soy uno de tus fieles, salva a tu servidor que en ti confía.  R. Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día; reconforta el ánimo de tu servidor, porque a ti, Señor, elevo mi alma.   R. Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquéllos que te invocan: ¡atiende, Señor, a mi plegaria, escucha la voz de mi súplica!   R.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 27-32

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Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: «¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?» Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan». Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? No soy cristiano porque me apetece o por que me va bien. Como un día a Leví, Jesús me llama a mi por mi nombre y yo intento seguirlo, con la ayuda del Espíritu Santo. Mi ser cristiano no se realiza en una comunidad de justos, de salvados, de red

Claves para la Cuaresma

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LA CLAVE DE LA CONVERSIÓN.  Necesaria para situarnos en las líneas que marca  el Evangelio. No todo es válido y, a veces, podemos caer en un relativismo letal para nuestra fe. LA CLAVE DE LA ORACIÓN . El contraste, cara a cara con Dios, es necesario para  comprender y entender no lo que nosotros queremos sino aquello que el Señor desea hacer con nuestro barro. La frialdad del alma es consecuencia de la ausencia de relación con Dios. LA CLAVE DEL SILENCIO.  Las grandes horas de Cristo (desde Nazaret en su  Anunciación y pasando por Belén hasta su vida apostólica, pasión y muerte) vienen  marcadas siempre por el silencio: ausencia de ruido con la presencia de Dios. LA CLAVE DE LA CARIDAD.  La vida de un cristiano no es simple solidaridad  (a veces condicionada por colores ideológicos). Nuestra entrega, limosna y generosidad  vienen definidas por una fuerza mayor: por un compás que viene marcado  por la mano de Dios. LA CLAVE DE LA PENITENCIA.  No es una palabra q

Lectura del libro de Isaías 58, 1-9ª

Así habla el Señor Dios: ¡Grita a voz en cuello, no te contengas, alza tu voz como una trompeta: denúnciale a mi pueblo su rebeldía y sus pecados a la casa de Jacob! Ellos me consultan día tras día y quieren conocer mis caminos, como lo haría una nación que practica la justicia y no abandona el derecho de su Dios; reclaman de mí sentencias justas, les gusta estar cerca de Dios: «¿Por qué ayunamos y Tú no lo ves, nos afligimos y Tú no lo reconoces?» Porque ustedes, el mismo día en que ayunan, se ocupan de negocios y maltratan a su servidumbre. Ayunan para entregarse a pleitos y querellas y para golpear perversamente con el puño. No ayunen como en esos días, si quieren hacer oír su voz en las alturas. ¿Es éste acaso el ayuno que Yo amo, el día en que el hombre se aflige a sí mismo? Doblar la cabeza como un junco, tenderse sobre el cilicio y la ceniza: ¿a eso lo llamas ayuno y día aceptable al Señor? Éste es el ayuno que Yo amo -orácul

SALMO RESPONSORIAL 50, 3-6a. 18-19

R.      ¡Tú no desprecias un corazón contrito, Señor! ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!   R. Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos.   R. Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, Tú no desprecias el corazón contrito y humillado.   R.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 14-15

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Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan Bautista y le dijeron: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho mientras que tus discípulos no ayunan?» Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán». Palabra del Señor. ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? Los discípulos de Jesús no hacemos las cosas por no llamar la atención o seguir la corriente a los demás; ni tampoco para llevar la contraria a los que no comparten nuestras convicciones. Hacemos las cosas para seguir a Jesús, para vivir como Él y estar en comunión con Él.             El ayuno no es lo más importante, no tiene valor en sí mismo; nos sirve si es para nosotros un medio para estar con Jesús; nos aparta de Dios si lo absolutizamos y hacemos del privarnos de cosas algo más importante que el llenarnos de Dios.             Est

Cáritas parroquial

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 Donaciones a Capilla San Ceferino de Ingeniero Budge de la comunidad MaranaTha

Hoy

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Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18

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Ahora dice el Señor: Vuelvan a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Desgarren su corazón y no sus vestiduras, y vuelvan al Señor, su Dios, porque Él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y rico en amor, y se arrepiente de sus amenazas. ¡Quién sabe si Él no se volverá atrás y se arrepentirá, y dejará detrás de sí una bendición: la ofrenda y la libación para el Señor, su Dios! ¡Toquen la trompeta en Sión, prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, reúnan al pueblo, convoquen a la asamblea, congreguen a los ancianos, reúnan a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Que el recién casado salga de su alcoba y la recién casada de su lecho nupcial! Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, los ministros del Señor, y digan: «¡Perdona, Señor, a tu pueblo, no entregues tu herencia al oprobio, y que las naciones no se burlen de ella! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Di

SALMO RESPONSORIAL 50, 3-6a. 12-14. 17

R.       ¡Ten piedad, Señor; porque hemos pecado! ¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!    R. Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos.    R. Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.    R. Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga. Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza.    R.