Porque sólo Tú, Espíritu Santo

Eres soplo en el espinoso camino de la fe, avívanos y condúcenos para que, lejos de desertar, seamos altavoces permanentes del amor de Dios. Porque sólo Tú, eres la Verdad. Atráenos a la claridad de la Palabra de Jesús y así, con ella y por ella, regresemos de la oscuridad del error. Porque sólo Tú, eres Fuego. Consume la leña de nuestro orgullo y cerrazón, para que, abriéndonos con lo que somos y tenemos, brindemos al Señor nuestros dones y nuestro ser. Porque sólo Tú, eres Impulso Creador. Muda nuestras acciones humanas en divinas, nuestras ideas en frutos de santidad y, la siembra de nuestras manos y de todo esfuerzo, en proyecto de un mundo nuevo con Dios. Porque sólo Tú, eres Aliento Divino. Enciende nuestros senderos inciertos. Acompáñanos en las soledades y encrucijadas. Levántanos de las caídas y tropiezos. Sálvanos del maligno que amenaza lo divino. Aconséjanos en las decisiones e incertidumbres. Porque sólo Tú,...