Liturgia - Lecturas del día

  


Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo

a los cristianos de Corinto

8, 1-9

 

Hermanos:

Queremos informarles acerca de la gracia que Dios ha concedido a las Iglesias de Macedonia. Porque, a pesar de las grandes tribulaciones con que fueron probadas, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad. Puedo asegurarles que ellos estaban dispuestos a dar según sus posibilidades y más todavía: por propia iniciativa, ellos nos pidieron, con viva insistencia, que les permitiéramos participar de este servicio en favor de los hermanos de Jerusalén.

Y superando nuestras esperanzas, ellos se entregaron, en primer lugar al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios. Por eso, hemos rogado a Tito que lleve a feliz término entre ustedes esta obra de generosidad, de la misma manera que la había comenzado.

Y ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad.

Ésta no es una orden: solamente quiero que manifiesten la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por los demás. Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo que, siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecemos con su pobreza.

 

Palabra de Dios.



El año 58 hubo una carestía en Judea. Las comunidades cristianas acudieron en ayuda de sus hermanos de Jerusalén con el fruto de una conmovedora colecta. Entre los organizadores sobresalieron Pablo y Tito. El método sugerido por Pablo se mueve entre la razón pedagógica y la sensatez económica. Las razones proceden de una convencida comunión de bienes. Aunque en realidad se trataba de una deuda, si los paganos han participado de sus bienes espirituales, justo es que los ayuden en lo material. El apóstol insiste, confiado, en que la colecta dé fruto también en la comunidad de Corinto, aduciendo razones de comunión eclesial, de comunión de bienes, testimonios y gratitud con Cristo, que siendo rico se hizo pobre para enriquecer a otros.


 

 

SALMO RESPONSORIAL                         145, 2. 5-9a

 

R.    ¡Alaba, alma mía, al Señor!

 

Alabaré al Señor toda mi vida;

mientras yo exista, cantaré al Señor. R.

 

Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob

y pone su esperanza en el Señor, su Dios:

Él hizo el cielo y la tierra,

el mar y todo lo que hay en ellos. R.

 

Él mantiene su fidelidad para siempre.

Hace justicia a los oprimidos

y da pan a los hambrientos.

El Señor libera a los cautivos. R.

 

El Señor abre los ojos de los ciegos

y endereza a los que están encorvados,

el Señor ama a los justos

y protege a los extranjeros. R.

 

 

 


 

   Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Mateo

5, 43-48

 

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y odiarás a tu enemigo. Pero Yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores: así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque Él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?

Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

 

Palabra del Señor.

 

Reflexión


Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Cada día que pasa me voy dando cuenta que estoy hecho para el amor… Enséñame a amar, Señor.



Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Si el mundo supiera lo que es el amor, cuántas cosas cambiarían. Si el mundo supiera…

Si el mundo mirara más de cerca la cruz de Cristo…si tan sólo la mirara más detenidamente… más atentamente; podría aprender, podría comprender.

¿Qué es lo que veo en la cruz, Señor? Puede ser que, sin la ayuda de la fe, sólo me quede en lo terreno, en lo humano, en el sentimiento, pero… ¿si veo un poco más atento…?

Veo a Alguien que ha dado todo sin necesitar hacerlo y sin esperar nada a cambio; veo amor desinteresado. Veo dolor, pero también esperanza; escucho el silencio del que ama, pues cuando alguien ama no hay palabra que lo exprese… que lo abarque. Veo donación, libertad… totalidad.

En la cruz no hay espacio para el egoísmo, pues cuando se vive de amor, sólo se vive para el otro, se muere por el otro… todo se da por el otro.?No veo espacio para distinción, pues esos brazos abiertos me indican que lo único que comprende todo y a todos, es el amor.

No veo espacio para las guerras, para el poder o la búsqueda de riquezas, pues ante la desnudez y la soledad del verdadero Rey encuentro lo que realmente es importante… y que al mundo le es difícil comprender.

Si el mundo supiera lo que es el amor… si viéramos más atentamente la cruz, encontraríamos lo que estamos buscando; encontraríamos la perfección en el amor.

Si supiéramos lo que es el amor…

«Por todas partes, y sobre todo allí donde reina la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos estamos llamados a ser testigos de este Dios que es Amor. Al mismo tiempo que animo a los sacerdotes, consagrados y laicos de este país, que viven las virtudes cristianas, incluso heroicamente, reconozco que a veces la distancia que nos separa de ese ideal tan exigente del testimonio cristiano es grande. Por eso rezo haciendo mías las palabras de san Pablo: “Que el Señor los colme y los haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”. En este sentido, lo que decían los paganos sobre los cristianos de la Iglesia primitiva ha de estar presente en nuestro horizonte como un faro: “Miren cómo se aman, se aman de verdad”».
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de noviembre de 2015).

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal