María en el Adviento
Vivir el Adviento a la luz de María conlleva ser personas generosas, interiorizadas, silenciosas y orantes, dándose del todo al TODO, para que él pueda encarnarse en nuestro interior y vivir en su intimidad, en comunión con nuestros hermanos y hermanas en humanidad; para que seamos hombres y mujeres de paz y concordia.
Si así vivimos el Adviento, la Navidad será una realidad en nuestro corazón, en las familias y en nuestra sociedad.
En este período de Adviento, podemos comenzar cada día con esta breve pero hermosa oración:
Santa Madre de Dios,
que en silencio y paz,
has llevado y traído al mundo
al que lo soporta todo:
sé nuestra guía en el camino hacia la Navidad,
para que al celebrar el nacimiento de tu hijo,
Jesucristo, nuestro Salvador,
nuestros corazones se carguen de alegría
y Esperanza.
Amén
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