PRESENTACIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

 



PRIMERA LECTURA

De la profecía de Zacarías 2, 14-17

Grita de gozo y regocíjate, hija de Sion, pues vengo a habitar en medio de ti –oráculo del Señor–. Aquel día se unirán al Señor muchos pueblos, y serán pueblo mío. Habitaré en medio de ti, y comprenderás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. El Señor tomará posesión de Judá sobre la Tierra Santa y elegirá de nuevo a Jerusalén. ¡Silencio, toda carne, delante del Señor, cuando Él se levanta en su santa Morada!

Palabra de Dios.


Zacarías anuncia una alegría: Jerusalén volverá a ser Morada de Dios, quien descenderá de su Templo celeste al Templo terrestre sobre el monte Sion y así se extenderá su Alianza a todas las naciones. Reinterpretado mariológicamente, se insinúa a María Virgen como Morada de Dios, Nuevo Arca de la Alianza, Templo su vientre, preparado para la Encarnación del Verbo. La Iglesia dirige su alabanza a Dios que la ha elegido para tan especial colaboración en su plan salvífico y dirige su mirada a la Virgen Madre como modelo, toda ella disponible y atenta a la voluntad de su Señor, implorándole su intercesión para poder vivir en esa misma actitud.



SALMO RESPONSORIAL

Salmos 1, 46-55

R/. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

• Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador. R/.

• Porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. R/.

•  Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón. R/

• Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. R/.

• Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. R/.

 

EVANGELIO

Del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50

En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con Él. Uno se lo avisó: “Oye, tu madre y tus hermanos, están fuera y quieren hablar contigo”. Pero Él contestó al que le avisaba: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”. Y, señalando con la mano a los discípulos, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”.

Palabra del Señor.



PARA MEDITAR

• La memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia. En esta “Presentación” de María se alude también a la “presentación” de Cristo y de todos nosotros al Padre.

Por otra parte, constituye un gesto concreto de ecumenismo con nuestros hermanos de Oriente. Esto se puede apreciar en el comentario de la Liturgia de las Horas que dice: “En este día, en que se recuerda la dedicación de la iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén en el año 543, celebramos junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la “dedicación” que María hizo de sí misma a Dios desde la infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción inmaculada”.

PARA REFLEXIONAR

• ¿Sabemos en qué consiste nuestra presentación, la ofrenda de nuestra vida al Señor? Como María, ¿nos comprometemos en todo a cumplir la voluntad del Padre?

 

ORACIÓN FINAL

Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, enséñanos, a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida. Amén.


Fuente: San Pablo Co

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal