Evangelio diario / Semana 7ª de Pascua
Evangelio según san Juan 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: “No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos”.
Palabra del Señor.
"Que el mundo crea"
Jesús continúa su oración al Padre. Esta vez no solo ora por sus discípulos inmediatos, sino también por todos los que creerán en Él gracias a su testimonio. Su súplica principal es la unidad: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti”. Esa unidad será signo visible de que el mundo puede creer.
🕊️ Reflexión:
Este texto revela el corazón de Jesús antes de su Pasión: la comunión profunda entre los creyentes, reflejo de la comunión entre el Padre y el Hijo. Jesús no pide uniformidad, sino unidad en el amor, en la misión y en la verdad. Quiere que vivamos como una familia, donde cada miembro sepa que es amado por Dios y por los demás.
Es impresionante pensar que Jesús ya oraba por nosotros, por vos y por mí, hace más de dos mil años. Y lo hacía pidiendo que fuéramos uno, no divididos, no enfrentados, sino unidos en el amor que proviene de Dios.
Además, nos recuerda que su deseo es que donde Él está, nosotros también estemos. Nos invita a vivir desde ahora esa cercanía con Dios, para que nuestra vida sea signo del cielo en la tierra.
🙏 Preguntas para meditar:
-
¿Vivo la unidad en mi comunidad, en mi familia, en mi parroquia?
-
¿Busco reconciliarme y perdonar para construir esa unidad que Jesús tanto desea?
-
¿Mi vida refleja el amor con el que Dios me ama?
Comentarios
Publicar un comentario