Hoy la Iglesia Católica celebra a San Jerónimo, el más grande traductor de la Biblia
San Jerónimo fue un sacerdote, monje y doctor de la Iglesia, conocido sobre todo por haber traducido la Biblia al latín, en la versión que se llama Vulgata.
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Origen: Nació en Estridón (actual Croacia) hacia el año 347. Desde joven mostró una gran pasión por los estudios, especialmente de lenguas antiguas como el griego y el hebreo.
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Conversión y vida espiritual: Aunque de joven llevó una vida mundana, tuvo una fuerte experiencia de conversión que lo llevó a dedicarse por completo a Cristo. Pasó un tiempo como ermitaño en el desierto de Siria, donde profundizó en la oración, la penitencia y el estudio de la Escritura.
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Gran obra: Su mayor legado es la traducción de casi toda la Biblia del griego y hebreo al latín. Esta obra monumental se convirtió en la Biblia oficial de la Iglesia durante más de mil años.
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Carácter: Era apasionado y fuerte de carácter. Defendía con firmeza la verdad de la fe, a veces con un estilo muy crítico frente a los errores que encontraba.
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Últimos años: Se estableció en Belén, donde fundó un monasterio y dedicó el resto de su vida al estudio y a la formación de discípulos. Murió en el año 420.
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Patronazgo: Es patrono de los estudios bíblicos, de traductores, bibliotecarios y estudiantes.
🌟 Enseñanza principal
San Jerónimo nos recuerda que no se puede amar a Cristo sin amar su Palabra. Una de sus frases más conocidas es:
“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.”
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