Evangelio diario/ Orando con la Palabra

 



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     18, 12-14


Jesús dijo a sus discípulos:
    «¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños».

Palabra del Señor.



🐑 La Parábola de la Oveja Perdida


1. El Valor Absoluto de la Unidad

La parábola comienza con una lógica aparentemente extraña: un pastor deja noventa y nueve ovejas seguras en el monte para ir a buscar a una sola que se ha extraviado.

  • Reflexión: Esta es la "lógica de Dios", que desafía la nuestra. Para el mundo, perder el 1% es aceptable, pero para el Pastor (Jesús/Dios Padre), cada vida individual tiene un valor infinito e irrenunciable. La oveja perdida no es una simple estadística; es un hijo, y su ausencia es total.

2. La Búsqueda Activa del Pastor

El pastor sale a buscar. No espera pasivamente a que la oveja regrese por sí misma, sino que emprende una búsqueda peligrosa y dedicada.

  • Reflexión: Esto revela que la salvación no es principalmente un esfuerzo humano, sino una iniciativa divina. Dios es un Padre que sale a nuestro encuentro cuando estamos angustiados, perdidos o nos hemos alejado. Él se hace cercano cuando nosotros nos sentimos más lejos.

3. La Alegría de la Reconciliación

Cuando el pastor encuentra a la oveja, se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.

  • Reflexión: La alegría del Padre en el cielo es inmensa por el pecador que se arrepiente y es encontrado. El foco no está en el error de la oveja, sino en la misericordia del pastor y la fiesta del regreso. Esto nos enseña que Dios no es un juez que condena, sino un Padre que anhela la reconciliación.

4. La Voluntad del Padre

Jesús concluye con la enseñanza central: "De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños" (v. 14).

  • Reflexión: Esta es la certeza más grande que nos da el Evangelio: la voluntad de Dios es la salvación universal y personal. Él no da a nadie por perdido. La parábola es una invitación a reconocer que, en algún momento, todos hemos sido esa oveja perdida y, al mismo tiempo, nos llama a tener la misma actitud del pastor con los demás, buscando y no despreciando a "estos pequeños".


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