LECTURAS DEL DOMINGO 25 DE JUNIO DE 2023 DOMINGO XII° DURANTE EL AÑO

 



Lectura del libro de Jeremías

20, 10-13

Dijo el profeta Jeremías:

Oía los rumores de la gente:

«¡Terror por todas partes!

¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!»

Hasta mis amigos más íntimos

acechaban mi caída:

«Tal vez se lo pueda seducir;

prevaleceremos sobre él

y nos tomaremos nuestra venganza».

Pero el Señor está conmigo

como un guerrero temible:

por eso mis perseguidores tropezarán

y no podrán prevalecer;

se avergonzarán de su fracaso,

será una confusión eterna, inolvidable.

Señor de los ejércitos, que examinas al justo,

que ves las entrañas y el corazón,

¡que yo vea tu venganza sobre ellos!,

porque a ti he encomendado mi causa.

¡Canten al Señor, alaben al Señor,

porque El libró la vida del indigente

del poder de los malhechores!

 

Palabra de Dios.



Este texto, transparenta el estado de ánimo del profeta, sometido a escarnio y afrenta. Advierte un ambiente de conjura: falsos amigos aguardando la ocasión propicia para deshacerse de él y estrujarlo por las duras palabras proféticas pronunciadas. Situaciones similares son una constante en la vida de Jeremías, quien le confiesa a Dios su tormento, su injusta persecución; a Dios, fuerte y valeroso, le confía el desenlace final de su estado según la ley del talión. YHWH es el juez justo, quien conoce la verdad del hombre. El pasaje termina con una invitación a alabar a YHWH, que se hace cargo de la suerte del que se encomienda a él.

 

 

SALMO RESPONSORIAL                                                     68, 8-10. 14. 17. 33-35

 

R.    Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor

 

Por ti he soportado afrentas

y la vergüenza cubrió mi rostro;

me convertí en un extraño para mis hermanos,

fui un extranjero para los hijos de mi madre:

porque el celo de tu Casa me devora,

y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.  R.

 

Pero mi oración sube hasta ti, Señor,

en el momento favorable:

respóndeme, Dios mío, por tu gran amor,

sálvame, por tu fidelidad.

Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor,

por tu gran compasión vuélvete a mí.  R.

 

Que lo vean los humildes y se alegren,

que vivan los que buscan al Señor:

porque el Señor escucha a los pobres

y no desprecia a sus cautivos.

Que lo alaben el cielo, la tierra y el mar,

y todos los seres que se mueven en ellos.  R.

 

 

 


Lectura de la carta del Apóstol san Pablo

a los cristianos de Roma

5, 12-15

 

Hermanos:

Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.

En efecto, el pecado ya estaba en el mundo, antes de la Ley, pero cuando no hay Ley, el pecado no se tiene en cuenta. Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso en aquéllos que no habían pecado, cometiendo una transgresión semejante a la de Adán, que es figura del que debía venir.

Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos.

 

Palabra de Dios.

 

 

 


 

   Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

según san Mateo

10, 26-33

 

Jesús dijo a sus apóstoles:

No teman a los hombres. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que Yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.

No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquél que puede arrojar el alma y el cuerpo al infierno.

¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre de ustedes. También ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros.

Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, Yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero Yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquél que reniegue de mí ante los hombres.

 

Palabra del Señor.



No teman 


Jesús les advierte y al mismo tiempo les da ánimo y confianza. Los invita a no tener temor de aquellos que pueden hacerles daño, aquellos que solo pueden matar el cuerpo, y nada pueden hacer con el alma. Jesús previene a sus discípulos, y este mensaje resuena también para nosotros en este tiempo, sobre la persecución al anuncio del Reino, de vida abundante para todos.Sería bueno que nos preguntemos cuántas veces el temor nos ha paralizado y no nos ha permitido anunciar nuestra fe, decir que creemos en Jesús. Este temor no solo puede surgir porque podríamos ser perseguidos, sino también por vergüenza, por respeto humano, o por otras razones.Jesús nos invita a no tener miedo, pero no nos asegura que vamos a estar libres de las persecuciones y las contrariedades por ser testigos de su Reino. 

 

 


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