CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

 



Evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá”.

Palabra del Señor.


“ ¡Bendita tú entre las mujeres! 


En este cuarto domingo de Adviento resuena de nuevo en nuestros oídos el saludo de María. Como Isabel tenemos que recibirlo con sorpresa y agradecimiento. Si somos personas llenas del Espíritu de Dios saltará de gozo nuestro corazón y nuestra vida renacerá a la esperanza. Nos visita la Madre del Señor y, al tiempo que experimentamos nuestra pequeñez, abrimos los brazos y el corazón para acoger al Enmanuel que llega para hacer realidad la salvación.

La presencia de María que sale a nuestro encuentro, en medio de las dificultades de nuestra vida y de los acontecimientos que hacen sufrir a tantas personas hoy en nuestro mundo, tiene que ser una bocanada de aire fresco que nos haga, al creer en Dios, creer también en una humanidad capaz de abrirse a lo nuevo y experimentar el gozo y la esperanza verdaderos.

Fr. Francisco José Collantes Iglesias O.P.

Fr. Francisco José Collantes Iglesias O.P.
Convento de Santo Tomás de Aquino (Sevilla)

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

ORACIONES PARA EL MES DE LA BIBLIA

HOY 24 DE MAYO: FIESTA DE MARÍA AUXILIADORA