Evangelio diario / Orando con la Palabra

 Evangelio según san Lucas 14, 1-6

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Había allí, delante de Él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos: “¿Es lícito curar los sábados, o no?”.

Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: “¿A quién de ustedes se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?”. Y no pudieron replicar a esto.

Palabra del Señor.

“¿Es lícito curar en sábado o no?”

En este pasaje, Jesús se encuentra en casa de un fariseo un día sábado. Allí ve a un hombre enfermo y lo sana, aun sabiendo que los fariseos lo observaban para juzgarlo. Luego les pregunta: “¿Quién de ustedes, si se le cae un hijo o un buey en un pozo, no lo saca enseguida, aunque sea sábado?”

Con esa pregunta, Jesús deja al descubierto el corazón endurecido de quienes ponen las normas por encima del amor.

💭 Reflexión:

Jesús nos enseña que la ley de Dios siempre está al servicio de la vida y del bien. Las reglas, por buenas que sean, pierden su sentido si no están guiadas por la compasión.

El amor es la verdadera medida de toda acción cristiana. Curar, ayudar, aliviar el dolor del otro… eso siempre está por encima de cualquier formalismo.

A veces, como los fariseos, también nosotros nos quedamos atrapados en “lo que se debe hacer” y nos olvidamos del corazón del Evangelio: amar al prójimo. Jesús rompe esquemas para recordarnos que el bien no tiene horario ni descanso.

❤️ Para meditar:

• ¿Pongo por delante la norma o la persona?

• ¿Mi fe me lleva a mirar con compasión o a juzgar desde la distancia?

• ¿Dejo que el amor guíe mis decisiones, incluso cuando no encajan en lo “correcto”?

👉 Que este Evangelio nos ayude a ser más libres y más misericordiosos, como Jesús: capaces de ver la necesidad del hermano y actuar, aunque otros no lo comprendan.