SALMO RESPONSORIAL 31, 1-2. 5. 6. 7



R.    ¡Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado!

¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,
y en cuyo espíritu no hay doblez! R.

Yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa,
pensando: «Confesaré mis faltas al Señor».
¡Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado! R.

Por eso, que todos tus fieles te supliquen
en el momento de la angustia;
y cuando irrumpan las aguas caudalosas
no llegarán hasta ellos. R.

Tú eres mi refugio,
Tú me libras de los peligros
y me colmas
con la alegría de la salvación. R.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal