SALMO RESPONSORIAL 118, 23-24. 26-27. 29-30
R. ¡Feliz el que sigue la ley del Señor!
Aunque los poderosos se confabulen contra mí,
yo meditaré tus preceptos.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
Y tus preceptos, mis consejeros. R.
Te expuse mi conducta y Tú me escuchaste:
enséñame tus preceptos.
Instrúyeme en el camino de tus leyes,
y yo meditaré tus maravillas. R.
Apártame del camino de la mentira,
y dame la gracia de conocer tu ley.
Elegí el camino de la verdad,
puse tus decretos delante de mí. R.
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