Decálogo para la 3ª semana de Adviento



 

1. Alégrate por haber sido tocado por Dios

desde el día de tu Bautismo. Eres hijo suyo y,

además, en Belén te demostrará una vez más

su gran amor: JESÚS.

 

2. Alégrate en medio de las contrariedades.

Sonríe, aunque a veces, estés llorando por dentro.

 

3. Alégrate aunque la suerte no te sonría.

Dios te acompaña y, tarde o temprano,

te dará respuesta.

 

4. Alégrate porque Dios sale a tu encuentro.

Se hace hombre por salvarnos, para que le veamos,

para romper las distancias existentes entre la tierra

y el cielo.

 

5. Alégrate para infundir alegría a nuestro mundo.

El pesimismo no se combate con más kilos de tristeza y,

por el contrario, sí con una buena dosis de alegría cristiana.

 

6. Alégrate aunque, aparentemente, no consigas

los efectos deseados. Tampoco Dios, en Belén,

se hizo sentir con mucho éxito sino todo lo contrario.

 

7. Alégrate en el trabajo. Que se note que eres cristiano.

Que irradies la alegría de la próxima Navidad:

Dios en medio de nosotros.

 

8. Alégrate porque, como Juan Bautista, también

tú puedes ser pregonero del nacimiento de Cristo,

de su fuerza y de su Palabra.

 

9. Alégrate esperando en Dios y, sobre todo,

trabajando y optando por su inminente llegada:

¡El Señor está cerca!

 

10. Alégrate y, lejos de pretender que cambien

los demás, cambia un poco tú. Que el Señor,

cuando llegue, encuentre por lo menos tu camino limpio

y bien preparado para su nacimiento.

 

P. Javier Leoz

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal