Vía Crucis P. Luis Zazano
Inicio
Por la señal de la Santa Cruz, +
de nuestros enemigos, +
líbranos, Señor, Dios nuestro. +
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. +
Amén
Acto de Contrición
Pésame, Dios mío,
y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido.
Pésame por el Infierno que merecí y por el Cielo que perdí;
pero mucho más me pesa,
porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos.
Antes querría haber muerto que haberos ofendido,
y propongo firmemente no pecar más,
y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Oración inicial
Te rogamos Señor que durante la meditación de estas estaciones nos lleven a contemplar tu amor por nosotros. Ayúdame a descubrirte en mi interior y poder contemplarte en mis hermanos y en las situaciones cotidianas de la vida. A ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
- Primera Estación: Jesús es Condenado a Muerte
- Segunda Estación: Jesús carga con la cruz
- Tercera Estación: Jesús cae por primera vez
- Cuarta estación: Jesús se encuentra con María
- Quinta estación: Simón de Cirene ayuda a llevar la cruz
- Sexta estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús
- Séptima Estación: Jesús cae por segunda vez
- Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
- Novena Estación: Jesús cae por tercera vez
- Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras
- Undécima Estación: Jesús es clavado en la cruz
- Duodecima estación: Jesús muere en la cruz
- Decimotercera Estación: bajan a Jesús de la cruz
- Decimocuarta Estación: ponen a Jesús en el sepulcro
Oración Final
Te rogamos Señor que toques nuestros corazones, sabemos que somos débiles y pecadores, que lastimamos al inocente y lo crucificamos. Ayúdanos a cambiar y poder limpiar el rostro de tantos hermanos que caen, levantar al que tropieza en vez de enjuiciarlo. Ayúdanos a que podamos llevar al encuentro de María a tantos hermanos que se encuentran cansados.
Danos la gracia de ser esos cirineos que están para ayudar y animar, que seamos cirineos y no soldados con látigo en mano.
Señor de la vida ayúdanos a recordar que la felicidad está más en dar que en recibir. Te entregamos el corazón de cada uno de nosotros para que con tu gracia nos resucites y juntos demos vida a este mundo. Amén
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