Evangelio cotidiano / Semana 14ª del tiempo Ordinario

 



Evangelio según san Mateo  9, 32-38 

En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel».

Pero los fariseos decían: «Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios».

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha».


Palabra del Señor.


“La cosecha es abundante”


Presentaron a Jesús a un endemoniado mudo. La palabra mudo implica también sordera. No era mudo por naturaleza, no se trata de un defecto físico sino que tiene su raíz en la acción diabólica. Diabólico es lo que se opone al designio salvífico de Dios. Diabólicas son las actuaciones negativas que podemos realizar los humanos desde nuestro mal uso de la libertad.

Podemos así considerar que sordo-mudo es aquel esta privado de la comunicación con Dios y con los demás. Aquel que no quiere o aquel al que le impiden escuchar la voz de Dios.

Jesús echa los demonios, enseña en las sinagogas, recorre ciudades y aldeas, anunciando el Reino de Dios, curando enfermedades y dolencias.

Y lo hace no con el poder del Jefe de los demonios sino movido por la compasión hacia las personas que están abandonadas y como ovejas sin pastor. La misión es una obra de "compasión", de misericordia para con los pobres, los enfermos y los pecadores, que viven como "ovejas sin pastor".

Pero Jesús no se queda solo en “quitar el mal” Él ve que hay mucho bien: la mies es mucha.

Jesús quiere vincularnos a su misión… y lo primero que nos pide; rueguen: hablen con Dios, no sean sordo-mudos ante su palabra; «ruguen, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».


Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.

Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.
Convento de S. Valentín de Berrio Ochoa (Villava)

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal

ORACIONES PARA EL MES DE LA BIBLIA