Evangelio Cotidiano / 19º Semana del Tiempo Ordinario

  



Evangelio según san Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. En verdad les digo que todo lo que aten en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en los cielos. Les digo, además, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

Palabra del Señor.


"Estoy presente en medio de ellos"


Este pasaje ofrece una enseñanza práctica y profunda sobre la vida comunitaria en la fe, subrayando la importancia de la reconciliación, la justicia y la oración en conjunto.

  1. La importancia de la corrección fraterna: Jesús comienza enseñando que si un hermano comete una falta, debemos acercarnos a él en privado para señalarle su error. Esto enfatiza la importancia de resolver los conflictos de manera directa y con amor, evitando el chisme o la difamación. El objetivo es siempre restaurar la relación, no condenar.

  2. El proceso de resolución: Si la persona no responde, Jesús establece un proceso de escalación: primero con testigos y luego involucrando a la comunidad. Esto muestra un enfoque estructurado para manejar los conflictos, dándole a la persona varias oportunidades para corregir su comportamiento. La comunidad tiene un papel vital en apoyar y mantener la justicia dentro del grupo.

  3. La seriedad de las decisiones comunitarias: Jesús dice que lo que se "ate" o "desate" en la tierra será "atado" o "desatado" en el cielo, indicando la autoridad que la comunidad de creyentes tiene en asuntos de disciplina y reconciliación. Esto no se debe tomar a la ligera, ya que refleja la voluntad de Dios.

  4. El poder de la oración en comunidad: Jesús subraya el poder de la oración conjunta. Si dos o más se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, el Padre en el cielo lo concederá. Esto muestra la importancia de la unidad y la armonía en la oración, destacando que la comunidad de fe tiene un poder especial cuando se une en el nombre de Jesús.

  5. La presencia de Jesús en la comunidad: La promesa final de Jesús es que donde dos o tres se reúnen en su nombre, Él está presente. Esto es un recordatorio consolador de que Jesús está siempre en medio de su pueblo, especialmente cuando se reúnen para buscar la reconciliación, la justicia, y la voluntad de Dios.

Este pasaje nos desafía a vivir en una comunidad caracterizada por la verdad, el amor y la justicia, recordándonos que la manera en que tratamos a nuestros hermanos y hermanas refleja nuestra relación con Dios. Nos invita a tomar en serio la corrección fraterna, a orar juntos, y a buscar siempre la presencia de Cristo en nuestras vidas comunitarias.


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