Evangelio de hoy / Semana 7ª del tiempo Ordinario

 Evangelio según san Marcos 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: “Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros”. Jesús respondió: “No se lo impidan, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro”.

Palabra del Señor.

Una mentalidad abierta y sin envidia

Los discípulos creen que solo ellos tienen la autoridad para actuar en nombre de Jesús, pero Él les enseña que el Espíritu de Dios sopla donde quiere. 

Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud hacia los demás: ¿Nos alegramos cuando otros hacen el bien o sentimos envidia porque no son “de los nuestros”? A veces, podemos caer en el error de pensar que solo nuestro grupo, iglesia o comunidad tiene la verdad, olvidando que Dios actúa de muchas maneras.

 Dios obra a través de quien Él quiere

Jesús nos muestra que su misión no es excluyente, sino incluyente. Dios puede usar a cualquier persona para llevar su mensaje de amor y salvación. 

El verdadero criterio: hacer el bien en nombre de Jesús

Jesús no dice que cualquiera puede actuar en su nombre sin consecuencia, sino que aquellos que realmente obran con su Espíritu no pueden ir en contra de Él. Esto nos recuerda que nuestras acciones deben reflejar el amor y la verdad de Cristo.

• ¿Critico o desprecio a otros porque no piensan como yo, aunque hacen el bien?
• ¿Soy capaz de reconocer a Dios en personas fuera de mi círculo de fe?
• ¿Vivo con una mentalidad de unidad o caigo en divisiones innecesarias?

Conclusión

Este Evangelio nos llama a la apertura, a reconocer la acción de Dios en todos ya evitar la envidia espiritual. En lugar de enfocarnos en quién tiene la autoridad, debemos preguntarnos si nuestras acciones realmente reflejan el amor y la misericordia de Cristo. Porque, como dice Jesús, “El que no está contra nosotros, está a nuestro favor”.