Evangelio cotidiano / Semana 15ª del tiempo Ordinario
Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.
Palabra del Señor.
Invitación al descanso:
Jesús llama a todos los que están
cansados y agobiados. Esto puede referirse a las cargas físicas, emocionales y
espirituales que las personas llevan. En un mundo lleno de estrés y
dificultades, esta invitación ofrece esperanza y alivio.
El yugo de Jesús:
Un yugo es un arnés que se usa
para unir dos animales, como bueyes, para que trabajen juntos en el campo.
Jesús usa esta imagen para ilustrar que, aunque seguirlo implica un compromiso,
su yugo es suave y su carga es liviana en comparación con las cargas que las
personas llevan por sí solas. Al unirnos a Jesús, compartimos nuestras cargas
con Él, quien nos ayuda a llevarlas.
Aprender de Jesús:
Jesús invita a aprender de Él,
destacando su naturaleza apacible y humilde. En una sociedad que a menudo
valora la fuerza y la ambición, Jesús ofrece un modelo de humildad y
mansedumbre. Aprender de Él implica adoptar sus enseñanzas y su carácter, lo
que lleva a una vida de paz y descanso interior.
Descanso para el alma:
Jesús promete que, al seguirlo,
encontraremos descanso para nuestra alma. Esto va más allá del descanso físico;
se refiere a un descanso profundo y espiritual. Es un alivio del peso del
pecado, la culpa, la ansiedad y el estrés.
Comentarios
Publicar un comentario