Evangelio según san Mateo 6, 24-34 / Sábado 21 de Junio
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero. Por eso les digo: no estén agobiados por la vida de ustedes pensando qué van a comer, ni por el cuerpo de ustedes pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Miren los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, su Padre celestial los alimenta.
¿No valen ustedes más que ellos? ¿Quién de ustedes, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué se agobian por el vestido? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y les digo que ni Salomón, en todo su esplendor, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? No anden agobiados pensando qué van a comer, o qué van a beber, o con qué se van a vestir.
Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe su Padre celestial que tienen necesidad de todo eso. Busquen sobre todo el Reino de Dios y su justicia; y todo esto se les dará por añadidura. Por tanto, no se agobien por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia”.
Palabra del Señor.
“No se inquieten”
Este Evangelio es una llamada profunda a la confianza, una invitación de Jesús a poner nuestras preocupaciones en las manos del Padre, que cuida de cada uno de nosotros con amor.
Vivimos en un mundo que nos empuja constantemente al estrés, a la ansiedad por el futuro, a la obsesión por tener más y asegurarlo todo. Jesús nos recuerda algo esencial: no podemos servir a Dios y al dinero, no podemos vivir divididos entre el Reino de los cielos y las falsas seguridades de este mundo.
Jesús no nos pide irresponsabilidad, sino una fe que libere: que no nos paralice el miedo ni nos robe la paz. Dios sabe lo que necesitamos, y si ponemos su Reino en primer lugar —viviendo con amor, justicia, verdad y fe—, todo lo demás nos será dado como regalo.
También nos enseña a vivir el presente: el “hoy” que Dios nos da. Preocuparse en exceso por el mañana, muchas veces, solo nos quita la alegría y la capacidad de confiar.
✨ Para meditar:
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¿Qué lugar ocupa Dios en mi vida frente al dinero, la seguridad o el futuro?
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¿Confío realmente en la Providencia de Dios, o vivo dominado por la ansiedad?
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¿Pongo mi tiempo y mis esfuerzos en buscar primero el Reino de Dios?
🕊️ Oración breve:
Señor, Tú sabes lo que hay en mi corazón.
Enséñame a confiar en Ti y a vivir sin miedo.
Líbrame de la angustia por el futuro y del apego a lo material.
Haz que busque primero tu Reino, y viva cada día con paz,
como hijo amado del Padre que todo lo provee.
Amén.
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