Día del párroco en la fiesta de San Juan María Vianney


 Te amo, Oh mi Dios.

Mi único deseo es amarte
hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,
y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno
Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,
Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
Y de amarte mientras que sufro,
y el día que me muera
No solo amarte pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora
final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.



 En la fiesta de San Juan María Vianney, que se conmemora hoy en la Iglesia, también se celebra el Día del Párroco en memoria de aquel que se dedicó con empeño a la conversión de su parroquia. No en vano el Papa Benedicto XVI, y con ocasión del 150 aniversario del "dies natalis" del Santo Cura de Ars, como era conocido el sacerdote francés, dedicó un Año Sacerdotal (2009-2010)en su memoria.


La figura del párroco tiene una gran relevancia para la Iglesia. Él -tal como se expone en el mismo Código de Derecho Canónico- es el pastor propio a quien el Obispo diocesano confía pastorear a la comunidad que le ha sido encomendada, viviendo el día a día con y para ella, enseñándole, rigiéndola y guiándola hacia la santidad.

Estas características de pastor de una comunidad las vivió fielmente San Juan María Vianney, siendo párroco de la pequeña población francesa de Ars, donde ganó popularidad, especialmente, como confesor, no solo dentro de su comunidad, sino también en toda Francia. Su ejemplo de vida como pastor pasó las fronteras, tanto así que el mismo Pio X lo propuso como modelo para los sacerdotes párrocos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Fiesta

Feliz Aniversario sacerdotal